No somos una cooperativa rural por situarnos en el campo. Somos una cooperativa rural porque asumimos nuestra responsabilidad social con respecto a la crisis global en la que nos encontramos.

La destrucción de la tierra y el suelo que lleva a cabo la agroindustria mediante el monocultivo, la saturación de los campos y cultivos con químicos tóxicos y mediante el pastoreo excesivo, es una de las causas que más repercusión tienen en esta crisis y, por tanto, puede ser también el origen de la solución.

La política actual de reducción de emisiones de CO2 en la atmósfera sólo desacelera el proceso de cambio climático. Es necesario disminuir la cantidad de CO2 ya acumulada en la atmósfera.

El suelo es vida, es nuestra principal fuente de alimentos. Asumimos nuestra responsabilidad como consumidores, en su empobrecimiento; asumimos el compromiso social como prosumidores, de recuperar y mantener su fertilidad natural.